martes, 6 de abril de 2010

El Principito

La historia de El Principito fue publicada por vez primera el 6 de abril de 1943, es un relato magnífico que no necesita presentación y mucho menos publicidad, ya que se ha leído a lo largo del mundo y en más de 180 lenguas y dialectos, según la wikipedia. No es que piense que mis hipotéticos lectores tengan edad infantil, o tan siquiera esa mentalidad, aunque no estaría nada mal, la verdad; pero, dedico un post a ese libro ya que, se tenga la edad que se tenga, merece la pena leerlo y releerlo, y por qué no, comentarlo y analizarlo, podemos encontrar muchas lecciones para adultos de parte de este pequñín, creación de Antoine de Saint-Exupéry.

Su protagonista, El Principito, es un niño que habita en el asteroide B612, muy pequeño, con tres volcanes y acosado por los baobas, y que un día abandona huyendo de los reproches de su Rosa, en busca de respuestas aparentemente sencillas y sin importancia para los interlocutores que se encuentra en los distintos planetas que conoce durante su viaje. 

El narrador, que es El Aviador, es un adulto que en un momento de su vida miró hacia atrás, volvió a ponerse en el lugar del niño que un día fue, y sintió un poco de pena y otro tanto de disgusto por el tipo de persona en que se había convertido, un adulto; durante sus reflexiones nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas, a través de la lupa infantil, y cómo en realidad las vemos; nos critica y se autocritica con sus continuos ataques a la naturaleza de las personas mayores y a lo que ese planeta de adultos señala como importante cuando en realidad no lo es, para ilustrarlo tenemos una muestra de sarcasmo en una frase: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Las metáforas que se nos muestran son muy simples o muy complejas, según nuestro nivel de 'retorcidez' mental...está por ejemplo el tema del tamaño tan reducido del planeta de nuestro principito, lo cual nos indica que su vida/universo es aún muy reducido y le queda mucho por vivir y aprender. También están los baobabs, los dichosos baobas que representan esos problemas que debemos atajar antes de que se retuerzan demasiado, y que además debemos acabar con ellos de raíz, conforman junto con los volcanes un llamado a la disciplina, aunque estos segundos sean menos graves, conforman simplemente una de esas cosas que se deben hacer sólo porque alguien tiene que hacerlo, sin excusas.

Un elemento que es una metáfora a la vez que un personaje, es La Rosa, es el amor verdadero del principito, quien nos dice que ha habido otras en su planeta, pero sólo ésta ha florecido y perdura. Fragante y hermosa, perfecta pero llena de imperfecciones, muy orgullosa a pesar de su fragilidad, se muestra vanidosa y egoísta siempre reclamando mimos y cuidados. Tras dejarla abandonada en su planeta el principito se lamenta por no haber dejado que el perfume de su rosa (las virtudes) opacara sus desplantes. 

No me extenderé en mi análisis literario, de más o menos valor, me despido de este post con una de mis frases preferidas, que espero que nunca olviden: "No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos"

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