sábado, 20 de febrero de 2010

SE VENDE METAL

"En Carrefour Feville, uno de los barrios de peor fama de Puerto Príncipe, la destrucción alcanza al 60% de los edificios. El terremoto arrasó 19 de sus 27 escuelas públicas y las que quedaron en pie tienen tantas grietas que nadie se atreve a entrar. El hospital para enfermedades pulmonares está en ruinas, lo mismo que las seis clínicas de atención primaria. También se hundieron bastantes iglesias, que el seísmo no respetó credos ni dioses." EL PAÍS

Los habrá que están ya cansados de oír hablar de Haití y la tragedia que vivieron, y de la desolación que marca su actualidad, pero es lo que hay. No os creáis, como Susanita (amiga de Mafalda), que "Por suerte el mundo queda muuuy muuuy lejos", no señor, el mundo está aquí y allí, el mundo son ellos, los haitianos, y somos nosotros.

Muchos Estados y organizaciones intergubernamentales han querido realizar cualquier tipo de aporte para paliar la dura situación que atraviesa la población haitiana tras el terrible terremoto que devastó su país; incluso ha llegado alguna iniciativa privada, y todos estos esfuerzos son de agradecer, pero aún no es suficiente. Sé que el camino a la total recuperación es largo, y que poco a poco las mejoras serán palpables, pero me preocupa que con el tiempo este drama quede en el olvido.

Por fortuna la prensa todavía se mantiene atenta, y claro, los que están viviendo con las consecuencias de la catástrofe definitivamente no pueden olvidarlo aunque quieran. De entre los segundos destaca Patrick Massenat, quien dirige la planta de reciclado y de producción de pastillas para encender fuego que son un sustituto barato y limpio del carbón.

"De ella (la planta) brota toda la fuerza de la comunidad, su prestigio para imponerse a las bandas. Esa fábrica de pastillas para encender fuego es el hilo de esperanza del que cuelga todo Haití, la prueba de que otro mundo es posible.
En la entrada, los trabajadores separan el papel y el cartón del vidrio, plástico y metal. "Estamos negociado con los americanos para que nos compren el vidrio y el plástico. Con el metal no sabemos qué hacer", dice Massenat..."

Y una vez más se aplica lo de AYÚDATE QUE YO TE AYUDARÉ, la ONU ha intervenido en el proyecto a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y lo está extendiendo al resto de ciudades; ahora nosotros podemos aportar nuestro granito de arena, soportando esta y otras iniciativas a través de donativos y difusión.

A todo esto, ¿Alguien está, o sabe de alguien que esté, interesado en comprar metal?

Artículo completo: http://www.elpais.com/articulo/internacional/barrio/aprendio/dejar/disparar/elpepuint/20100220elpepuint_4/Tes

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