viernes, 26 de marzo de 2010

Diario de...una cínica.

La gente tiene muchas costumbres en sus relaciones sociales, una de ellas es la de dar consejos. Dicen los entendidos que sólo se debe aconsejar en dos circunstancias, cuando te lo piden o en cuestiones de vida o muerte; yo creo, como creo para la mayor parte de las cosas, que es mucho más complejo de lo que dicen los entendidos, y que por lo tanto no podemos limitarlo a esos dos criterios, ni debemos aconsejar siempre que nos lo pidan o en cuestiones de vida o muerte.

A mí me suelen aconsejar con cierta frecuencia, y siempre que lo hagan de buena fe lo agradezco sinceramente, y si son consejos útiles además los aplico, como creo que es justo.

Los consejos que más se repiten van desde lo más básico, como: "Está haciendo frío, abrígate bien si vas a salir" ; pasando por "Tienes que comer bien" o "Como no te pongas a estudiar desde YA, verás cuando lleguen los exámenes...". Hasta aquí todo sonará muy familiar para la mayoría, pero no sé yo si son igual de frecuentes para los demás, como lo son para mí, los consejos del tipo "Tienes que dejar de pensar tanto", "Déjate querer alguna vez", "No le des tantas vueltas a las cosas", "Dale un tiempo al amor", "Busca a alguien con quien compartir tu vida", "Déjate ayudar, tendrás a alguien que te recuerde que antes de las 5 de la tarde hay que comer! Y que el desayuno  es de mañana y no de noche...una persona que se preocupe por uno no está mal"

El último de esos consejos me lo ha dado un amigo muy querido, y sé que me lo dio de todo corazón y con la mejor de las intenciones, así que pude simplemente guardarlo en un rinconcito de mi cabeza hasta que encuentre el momento para su mejor aplicación. Pero yo, desoyendo los consejos esos de no pensar tanto y de no darle más vueltas de la cuenta a las cosas, me he puesto a desdoblar cada una de las ideas que se pueden adivinarse en el mensaje de mi amigo.

Tengo que 'dejarme ayudar' o sea, permitir que alguien sea más que consciente de mis deficiencias, de mis carencias, de mi debilidad...de mi vulnerabilidad

'Tendré a alguien', y considerando el contexto, esa persona me tendrá a mí. Primera reaccion PÁNICO, segunda reacción PÁNICO otra vez; y es que por bonito que suene en las canciones de amor, eso de la mutua pertenencia no es la solución de los problemas del mundo, y para una persona como yo es un desafío aterrador.

Van a recordarme mis horarios de comida. Suena bien, ya que soy muy despistada, pero, y si esos recordatorios me los tomo como un reclamo de que lo alimente?. Y es que me pongo en esta escena/situación: Llega uno a casa y me suelta “Cari, que ya casi es hora de comer”, ¿a que da la impresión de que me están mandado a hacer un tour por la cocina? Así, por toda la cara…jajaja, vale, que sí, que me estoy pasando,   pero como buena cínica tengo que poner mi facción más histérica al respecto.

Y para cerrar con broche, dejar que se preocupen por mí. No es por ir de independiente, sino que realmente disfruto sintiéndome autónoma; sé que habrán quienes siempre estén pendientes de mí, por ejemplo mis padres y otros parientes, es bastante inevitable, pero me gusta pensar que mi forma de hacer las cosas deviene en una preocupación menos para ellos; entonces, ¿por qué debería querer a otra persona de la que preocuparme por que no se preocupe?

Mucho me temo que no voy a seguir la mayoría de los consejos que me dan, al menos de momento; lo bueno para mí, si al final me sale todo bien podré estar orgullosísima de mí, lo bueno para los de los consejos desatendidos, si no me salen las cosas tan bien tendrán el consuelo de que quisieron advertirme. Yo espero que este cuento tenga final feliz, no pido ni príncipes ni perdices, que ya es conformarse mucho, y en todo caso siempre agradeceré los consejos de esas personas que me quieren, porque sé que es una forma de mostrarme su aprecio.

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