viernes, 5 de marzo de 2010

Un poco de Psicología

Ya había oído yo que mucha gente que va de soberbia por la vida en realidad sufre de un galopante complejo de inferioridad, y que los hombres que se la tiran de super chulitos del momento tienen graves problemas de inseguridad, otra de estas paradojas es la que podemos apreciar en la gente intolerante, esos que padecen intolerancia social crónica




No todo el mundo cuenta con dotes diplomáticas naturales, y además, algunas personas suelen tener una ideología y principios fuertemente arraigados a los que no sólo son incapaces de renunciar sino que los defienden fieramente recurriendo a ataques contra quienes mantienen posturas opuestas a las suyas; esto de por sí ya es un problema en la sociedad de hoy en día, y suele reflejarse  en situaciones cotidianas como insultos entre hinchadas de equipos deportivos, suculentes debates en el parlamento, dimes y diretes entre personajes (más o menos) destacados, o sencillas discusiones a pie de calle entre ciudadanos comunes, por poner ejemplos.


El intolerante siempre dice que ‘no’ a lo que no sea su palabra, ‘no me gusta’ a las opiniones contrarias a la suya y expresa su desprecio a toda persona o hecho que no sean acordes a su ideología y deseo, crítica pura y dura, la mayor parte del tiempo destructiva.


Ahora, ¿cómo se califica el que se diga no cuando se quiesiera decir sí, o me gusta cuando en realidad no hace gracia, o se manifiesta abiertamente desprecio hacia alguna cosa cuando en la intimidad se disfruta de aquello? Todo esto son incoherencias, y serían excusables si vinieran de alguien con trastornos psicológicos y de la personalidad. Y sigo con las incógnitas ¿Sabrán personajes como Larry Craig, Richard Curtis, Roy Ashburn o, por poner un ejemplo más nuestro, Ignacio Uriarte que debrían sacar hora con el psiquiatra? Ah! Que los suyo no va por ahí...que SÓLO son HIPÓCRITAS



Los tres primeros de los que he nombrado se han visto envueltos en escándalos después de ser detenidos por: hostigamiento sexual hacia un hombre, contratación de un hombre para servicios sexuales y conducción en estado de embriaguez a la salida de un club gay en compañía de un sujeto no identificado. Ya de por sí los comportamientos mencionados los colocaron bajo la lente, pero lo que más escandalizó es que se tratase de políticos que militaban y representaban al super conservador partido republicano y que por sus participaciones (al menos las más públicas) se manifestaban homófobos.




Cómo soy! Dándole tantas vueltas cuando se trata de algo bastante simple; sí, es otro defecto social, y en política creo que es muy grave, tanto o más que la intolerancia, porque del intolerante sabes por dónde te va a salir, pero con el hipócrita hay que tener cuidado, que como hipócrita que es, será seguro también un gran mentiroso.


Aquí va el artículo sobre el útimo de los escándalos. Sobre Nachito tal vez hable en otra ocasión, porque no creo que encaje del todo en esta entrada  y porque hasta ahora le han dedicado ya bastante atención que no sé si se merece.

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